Es fácil ser pesimista sobre la desigualdad. Sabemos que ha aumentado dramáticamente en muchas partes del mundo durante las últimas dos generaciones. Nadie ha hecho más para revelar el problema que Thomas Piketty. Ahora, en este sorprendente y poderoso nuevo trabajo, Piketty nos recuerda que el gran recorrido de la historia nos da razones para ser optimistas. A lo largo de los siglos, muestra, nos hemos estado moviendo hacia una mayor igualdad.
Piketty nos guía con elegancia y concisión a través de los grandes movimientos que han hecho el mundo moderno para bien y para mal: el crecimiento del capitalismo, las revoluciones, el imperialismo, la esclavitud, las guerras y la construcción del estado de bienestar. Es una historia de violencia y lucha social, marcada por la regresión y el desastre. Pero a pesar de todo, muestra Piketty, las sociedades humanas se han movido irregularmente hacia una distribución más justa de ingresos y activos, una reducción de las desigualdades raciales y de género y un mayor acceso a la atención médica, la educación y los derechos de ciudadanía. Nuestra dura marcha hacia adelante es política e ideológica, una lucha interminable contra la injusticia. Para seguir avanzando, argumenta Piketty, debemos aprender y comprometernos con lo que funciona, con los sistemas institucionales, legales, sociales, fiscales y educativos que pueden hacer que la igualdad sea una realidad duradera. Al mismo tiempo, debemos resistir la amnesia histórica y las tentaciones del separatismo cultural y la compartimentación intelectual. Lo que está en juego es la calidad de vida de miles de millones de personas. Sabemos que podemos hacerlo mejor, concluye Piketty. El pasado nos muestra cómo. El futuro depende de nosotros. (Tomado de la página de Harvard University Press, traducción propia)